Echando las bases para la edificación de una espiritualidad efectiva, eficiente,
productiva y de actualidad
Podríamos encontrar mil razones para afirmarlo y
otras mil para negarlo, mi consejo es que busquemos en el conocimiento
adquirido la fuerza para profundizar en la verdadera espiritualidad y vivir en
la confianza de sabernos dentro de ella, no dueños de ella.
La palabra que se traduce
como espíritu casi siempre se usa en forma impersonal como sinónimo de
"actitud" o "inclinación". Este viento o aliento
proveniente del griego pneumatikos denota un sentido simbólico para nuestro
razonamiento natural o espiritual.
Transformarnos, trascender es una decisión que
resulta en un cambio de mente, que como actitud o inclinación, nos lleva a
nuevos propósitos, nuevas acciones, resiliencia.
El universo es un efecto, por lo tanto debe tener una
causa, y hasta ahora existen y están en discusión muchas causas. Nosotros
igualmente, somos el efecto de un deseo formado en la Mente Superior de quien
todo lo mueve. Al igual que la inteligencia no reside en el reloj sino en el
maestro relojero, nosotros aunque lo ignoremos o no queramos aceptarlo, somos
el efecto de una causa primordial e importante formada hace muchos miles de
millones de años en la Mente de quien nos creó.
Hoy la espiritualidad, además de convertirse en
primordial, nos ha llevado a buscar esa causa, lo llamamos despertar pero
pienso que nuestros propios genes reclaman esa identidad perdida. Somos
espirituales aunque lo ignoremos.
Llegar a la espiritualidad significa haber transitado
el conocimiento de lo natural, cómo somos, cómo pensamos y haber concluido que
no es suficiente, significa que entendemos y aceptamos las consecuencias de
nuestras acciones vividas hoy por lo ya transitado en ignorancia espiritual.
Entendiendo que somos espíritu antes que cuerpo y que
el planteamiento original fue regenerarnos, lo cual es reproducir lo que esta
destruido, acción y efecto de renovarse moral y espiritualmente, es importante
resaltar el significado de crear, es uno de nuestros genes divinos, encierra la
idea de tallar, suprimir, crear es similar a esculpir además de producir y
formar.
Helen Vettor. |
sábado, 31 de agosto de 2013
¿Tenemos el monopolio de la verdadera espiritualidad?
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