La meditación podría servirte de muchísima ayuda en esto, cuando entramos en nosotros (insight) podemos visualizar y re-crear.
Desde el hebreo, meditar denota una forma de recitar, reflexionar,
gemir, murmurar, cavilar, contemplar algo mientras se repiten las palabras, un
ejercicio mental, repetir silenciosamente con un sonido suave a la vez que se
abandona por completo cualquier distracción externa.
Norman Vincent Peale decía: “deshazte de todos los
pensamientos de adversidad: odio, resentimiento, inferioridad y todos los
similares”, “Aquellos que perfeccionan
la técnica de <seguir tratando>, probablemente no tienen el don de un
talento brillante, sin embargo llegan alto en la vida porque se transforman en
competidores indomables e invencibles”.
El Rey David, al único que se le atribuye tener el corazón de Dios, afirmaba: en la ley de Jehová
(sig. alabar, agradecer) está mi delicia y en ella medito de día y de noche.
Quiero incluir los significados de alma, mente y corazón para
darle fuerza a nuestra meditación:
Corazón (kardia) estremecerse o palpitar. El
órgano físico del cuerpo, el centro de la vida física, el asiento de la vida
personal, tanto física como espiritual, el centro de la personalidad, el
asiento de toda la actividad mental y moral que contiene elementos racionales y
emocionales. Constituye el asiento de sentimientos, deseos, gozo, dolor y amor,
también del pensamiento, del entendimiento y de la voluntad.
Alma (psuche) es el alma en distinción del
cuerpo, es el asiento de los afectos, la voluntad, el deseo, las emociones, la
mente, la razón y el entendimiento, es la persona interior (el espíritu de cada
cual) o la esencia de la vida.
Mente (dianoia) Literalmente es la facultad
de pensar, sugiere entendimiento, reflexión, percepción, sentido de
penetración, meditación, el don de aprehensión, la facultad del pensamiento.
Conclusión: alma y mente son intangibles, invisibles y
funcionan mientras nuestro corazón palpite, sin embargo, es donde grabamos los
acontecimientos buenos y malos, el archivo,
el record de nuestra vida.
Los pensamientos funcionan de acuerdo al torrente sanguíneo,
mientras la sangre bombee nuestro corazón, la mente y el alma, (que es lo mismo
que el corazón en sus diferentes funciones), tienen vida. Los pensamientos se
detienen solo y exclusivamente cuando se nos acaba la vida pues la vida está en
la sangre.
Repito, el corazón es el órgano físico, el alma y la mente
son intangibles pero llevan el registro de pensamientos, emociones, el asiento
de los afectos, etc. A quien le trasplantan el corazón no deja de ser, para empezar
a ser el otro pero si adopta comportamientos del donante sin dejar de ser quien
es.
Meditar es cavilar, repetir para poder digerir y hacer parte
nuestra una enseñanza, una máxima, un proverbio. Gemir si nos sentimos débiles,
abandonados, pero, y muy importante este “pero”,
con la esperanza de recibir inmediatamente, una respuesta clara para salir
adelante y no para deprimirnos, ni sentirnos menospreciados, etc.
Por ejemplo, como señalé arriba: me deshago hoy de todo
sentimiento de rabia, fui creada por un Dios de amor, incondicional, ato y echo
fuera de mí todo sentimiento adverso, contrario a como fui diseñado. Visualizo
la salida del mal y la entrada del bien en mí. Desato sobre mí la capacidad de
amar porque fui diseñada y creada por ti, a tu imagen y semejanza no quiero que nada opuesto a ti tome forma en
mí.
Cuando meditamos en algo concreto para beneficio nuestro, al
terminar la meditación garantizo que el cambio es drástico, perfeccionemos la
técnica de seguir tratando. Busca un sitio en lo físico donde puedas relajarte,
donde nadie te interrumpa. Concéntrate, respira, visualízate en un sitio de tu
agrado; ya sea playa, montaña o tu misma habitación. Invoca al verdadero Dios y
siéntate en mesa redonda con El, agradece, pregunta y espera respuesta, tómate
tu tiempo.
Quiero, deseo con todo mi corazón, lo practiques aunque sea
para rebatirme, para demostrarme que no funciona
.
Todos estos años de práctica me han demostrado que cuando
dejo de crear / meditar / orar que es lo mismo, me empiezan a salir los planes
torcidos. Qué hago? Me encierro, aunque sea un minuto, vale aclarar que me
encanta hacerlo por más de media hora y les garantizo que todo se endereza.
Helen Vettor