Este es mi regalo navideño para tí:
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Padre nuestro: nuestra
gran necesidad humana, es importante para nosotros pertenecer, el sentido de
propiedad y la necesidad paternal, necesitamos conocer nuestros derechos,
clarificar nuestra mente para lograr una buena comunicación con nuestro Padre
Creador al igual que con nuestro padre genético. Una buena comunicación
necesita de fe, creer plenamente
convencidos que se nos escucha, esa misma fe o confianza que tienes cuando
llegas a la puerta de tu casa y sacas tus llaves para abrir. En ese momento no
dudas si abrirá o no, cierto? el conocimiento de lo espiritual y la práctica en
fe nos permite entrar a esa dimensión sobrenatural guiados por su fuerza o
energía que es su presencia en nosotros.
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Que estás en los Cielos:
la dimensión inaugurada por Jesús como Cristo (Mesías) permitiéndonos el acceso
a ella, ese fue su primordial y verdadero propósito al ir a la cruz a preparar
un lugar para nosotros.
Santificado sea tu nombre: Santidad implica la
separación de lo profano, de lo contaminado, del mal, (evil) que se conoce
desde el principio, desde la primera traducción de la escritura cuneiforme y su
raíz original es: “caer, igual a nuestra naturaleza física o moral, es nuestra
calidad o condición, es usada de diferentes formas pero todas basadas en la
debilidad del ser humano, se han derivado de su raíz significados como
tristeza, caerse en pedazos, descontento, equivocado, seres sin dios, sin
valor, débiles. (666).
Es
proporcional al efecto o influencia de un carácter esencial o una degeneración
de nuestras virtudes originales, específicamente es una traición al Dios
Creador, convirtiéndonos en ofensores e injustos en lo moral, social o físico,
es importante que nuestra naturaleza, nuestros motivos, palabras y
pensamientos, no pierdan el propósito divino, no erremos su plan para nosotros, vivir en su amor, su incondicionalidad para con nosotros, asesorados
por El, tal cual nuestros padres genéticos.
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Venga tu Reino, que se
manifieste en existencia paralela en nosotros, lo que es arriba es abajo. Esa
es su prioridad y debemos hacerla la nuestra también para lograr
perfeccionarnos. Permitir en nosotros la permanencia constante de su Reino –
mundo espiritual divino – nos hace
automáticamente santos. Crear a conciencia nuestro campo electromagnético, tal cual pensamos, así somos, de lo que creamos, recibimos, magnetizamos.
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Hágase tu voluntad, como
en el cielo, así también en la tierra, bajo la ley que descubrió Newton – la
ley de la atracción – todo tu positivismo divino arriba sea manifestado en
nuestro negativismo humano abajo. Lo que permitimos, Dios permite. Decidimos
con nuestro libre albedrío lo que queremos depende de nuestra voluntad.
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El pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy “Belén” (donde nació Jesús) significa Pan de Vida,
necesitamos provisión de pan espiritual – su Palabra – y pan en lo natural,
provisión física para lo físico. No debemos olvidar que la aplicación de lo
espiritual trae automáticamente provisión en lo natural.
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Perdona nuestras ofensas así
como nosotros perdonamos: podríamos ver aquí aplicadas por Dios varias
leyes espirituales: ley de responsabilidad, contabilidad personal, de la misma
manera que perdono, seré perdonado. Ley de dar, como doy, recibo. Ley de uso, con talento efectivo para poder dominar. Esta petición en nuestra oración hecha con
responsabilidad, sana nuestros tres cuerpos: mente, alma, espíritu. Sig.
Salvación = resiliencia.
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Y no nos dejes caer en
tentación mas líbranos del mal: una pequeña frase que encierra toda la
fuerza de la guerra espiritual. Las leyes naturales contradicen las leyes espirituales,
vivir bajo el asesoramiento espiritual crea para nosotros un cerco divino de protección contra el mal, contra
quien adversa nuestro bien. No olvidemos nuestra armadura.
La vida si tiene sentido y
nuestras acciones pueden ser guiadas u orientadas por lo trascendente. Es
cierto que la información apropiada es imprescindible, sobre todo en asuntos
tan decisivos e importantes como es el tema espiritual, pero igualmente debemos
apelar a lo práctico.
Nos seguiremos viendo y aprendiendo en incondicionalidad hasta lograr la unidad.
Helen Vettor.
Para una meditación de la oración que Cristo nos dejo, gracias por el bello regalo
ResponderEliminarGracias por tu comentario y perdona mi tardanza en responderte. Conoces a Emmet Fox? Escribió el Sermón del Monte, te va a encantar.
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