“sueños y fantasías no logran realización sin determinación”,
esta frase marcó mi camino cuando deprimida creía que la solución estaba afuera
y no entendía como mi entorno no me prestaba la ayuda necesaria para salir de
mi depresión.
Me determiné a entender que es la espiritualidad? Rechazaba
hasta la palabra “espíritu” porque la asociaba a religión, buscaba un Dios
efectivo con quien conectarme y solucionar desde mi torrente de pensamientos
sin control hasta mis relaciones más importantes.
Veinte y tantos años después de haber logrado, entendido,
practicado, simplificado, ejemplificado, con mi entendimiento espiritual, puedo
decir que: No formo parte de una filiación específica; en todo caso, la del
amor incondicional. Aplaudo la teoría de Freud cuando hablaba del Alma colectiva
e igualmente estoy de acuerdo con el
Inconsciente colectivo de Jung. Creo igualmente que la teoría de la evolución
tiene que ver más con la evolución de nuestro cerebro, no que venimos del mono,
ya no hubiese ni uno.
Mi teoría, basada en la etimología de las palabras, ha tomado
cuerpo de gigante a través de los años y hoy más que nunca respaldada por los
últimos descubrimientos científicos. Somos seres espirituales viviendo una
experiencia corporal y como individuo expreso con todo mi corazón que ésta es
la mejor época espiritual, aunque revuelta por los cambios basados en el conocimiento
de quienes somos. No debemos seguir sufriendo por falta de conocimiento
espiritual.
Como por ejemplo, algo tan sencillo como que alma, mente y
corazón tienen el mismo significado:
Corazón: estremecerse o palpitar. El órgano
físico del cuerpo, el centro de la vida física, el asiento de la vida personal,
tanto física como espiritual, el centro de la personalidad, el asiento de toda
la actividad mental y moral que contiene elementos racionales y emocionales.
Constituye el asiento de sentimientos, deseos, gozo, dolor y amor, también del
pensamiento, del entendimiento y de la voluntad.
Alma: en distinción del cuerpo, es el asiento
de los afectos, la voluntad, el deseo, las emociones, la mente, la razón y el
entendimiento, es la persona interior (el espíritu de cada cual) o la esencia
de la vida.
Mente: Literalmente es la facultad de
pensar, sugiere entendimiento, reflexión, percepción, sentido de penetración,
meditación, el don de aprehensión, la facultad del pensamiento.
Conclusión: alma y mente son intangibles, invisibles y
funcionan mientras nuestro corazón palpite, sin embargo, es donde grabamos los
acontecimientos buenos y malos, el archivo,
el record de nuestra vida; por lo tanto, la espiritualidad es vivir por encima
del pensamiento común, recurrente. Es un proceso crear una manera diferente de
pensar pero te prometo que es el final del sufrimiento como dijo Buda.
Si nuestros pensamientos se originan en nuestro corazón, como
lo afirmó Jesús, debemos aprender a conocerlo, desarrollar la dimensión del
amor: El AMOR ES CON LO QUE NACEMOS, el temor es lo que aprendemos, Marianne
Willianson.
Lo que no hacemos consciente sigue siendo nuestro talón de Aquiles
porque alimenta nuestro subconsciente, el antídoto es ser coherente, vivir cada
momento con toda nuestra atención puesta en lo que pensamos o hacemos.
Helen Vettor.
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