lunes, 13 de enero de 2014

Pasos sencillos para nuestro control emocional.





                                   
Somos responsables de mantener una buena relación con nosotros, con quienes nos rodean, igualmente somos responsables de mantener una buena relación con nuestro Dios – Creador. El adquirir conocimiento nos mantiene a salvo y nuestra victoria diaria depende de ese conocimiento y de nuestra posición en El. Quienes somos depende de quienes creemos que somos, igualmente en lo espiritual.

Debemos entender y practicar que no somos victimas indefensas atrapadas entre dos poderes         opuestos. Somos seres espirituales con entendimiento, herramientas y armas para vencer sobre el mal, de ello depende nuestra salud mental.

El único poder que tiene el mal es el del engaño, la mentira y en cuanto la exponemos, pierde el poder. La batalla es en nuestra mente donde nadie puede entrar a ayudarnos, solo nosotros con CONOCIMIENTO rompemos el poder que tiene el mal en nosotros y el mal solo existe para matar, hurtar y destruir lo bueno.

Nunca olvidemos que si aceptamos un pensamiento negativo y no lo sustituimos con autoridad en nosotros, toma control, se encuerpa, nos controla.

Hoy comparto unos pasos sencillos para mantenernos en guardia y controlar las emociones. Antes que nada, concienciemos que no podemos permitir engaño, mentiras o intimidación interna, pensamientos como: esto no va a resultar en mí, Dios no me ama a mi, Dios no me oye a mi, quiero creer pero no puedo, solo nosotros permitimos interferencia si creemos a esas mentiras.
 
En cuanto la mentira sea expuesta, te aseguro se romperá el hechizo, el poder de la misma. No olvidemos que la batalla es solo en nuestra mente.

Acontecimientos de nuestra vida donde debemos discernir en qué área debemos trabajar para confrontar la mentira del mal en mí, qué es lo que tengo que enfrentar:
Historia familiar religiosa (padres, abuelos)
Mi vida desde que recuerdo, infancia, adolescencia.
Historia de enfermedades familiares físicas o emocionales.
Adopción, tutores temporales o permanentes.
Hábitos alimenticios: bulimia o anorexia, comer compulsivamente.
Adicción (drogas, medicinas, alcohol).
Sueños, pesadillas.
Pensamientos obsesivos, blasfemos, condenatorios, distracción, falta de concentración, fantasías.
Interferencia mental al meditar, leer o querer concentración. MUY IMPORTANTE y por último: nuestra vida emocional (enojo, ansiedad, depresión, amargura, temores.


NO NOS DA RESULTADO quedarnos pegados al mal.

Para triunfar finalmente sobre las emociones, vivir con ellas, dominarlas como fue el mandato divino y no permitirles que nos dominen a nosotros, tenemos varios pasos a seguir:

1.     Separar lo falso de lo real y verdadero.
Debo hacer un análisis de todo lo que hasta hoy he practicado y no me ha dado resultado, a que practicas espirituales me he sometido, con que regularidad  que huella han dejado en mí? Entendí que soy UN SER ESPIRITUAL / EMOCIONAL y que debo controlar absolutamente todos mis pasos, con el asesoramiento del Espíritu divino.
2.     Reconocer el engaño y aceptar solo la verdad.
Quien ama la verdad en su espíritu no hay engaño. La persona con buena salud mental es la que está en contacto con la realidad y libre de ansiedad.
3.     Desechar, erradicar la amargura de mi vida y vivir en el perdón. Debemos perdonar para que el mal no se pueda aprovechar de nosotros. Recordemos que debemos perdonarnos a nosotros, a Dios, padres, hermanos, pareja, etc. Recordemos que perdonar no es olvidar.  Nunca más me acordaré significa: nunca usaré el pasado en contra tuya. El olvido es el resultado de perdonar pero no es el medio. Cómo perdonamos de corazón? Reconociendo el dolor y el odio, si el perdón no toca la profundidad de nuestras emociones es incompleto. No esperemos perdonar hasta que sintamos deseos de hacerlo, eso no sucederá nunca.
4.     Desechar la rebeldía y vivir en sumisión al Espíritu Divino.
Rebelarnos a la autoridad divina le da la oportunidad al mal de atacarnos.
5.     Desechar el orgullo y vivir en humildad. El orgullo mata, el orgullo dice: yo puedo solo, puedo salir de este enredo sin la ayuda de Dios ni de nadie. La humildad es la confianza debidamente fijada. Al orgullo le sigue el conflicto espiritual.
6.     No soy más esclavo, soy libre. Olvidémonos del ciclo pecar-confesar, la confesión no es solo decir lo siento, mas bien es decir yo lo hice.
7.     No soy conforme, soy paciente.

Les recomiendo de todo corazón que no olviden jamás el llenarse de conocimiento que es lo único que nos liberta, orar / meditar para llenar nuestro espíritu todos los días y reunirse para compartir experiencias y estudiar.

Probablemente las iglesias se fundaron con ese propósito y luego se comercializaron, SI vale la pena mantener el amor filial, sin compromiso personal, SOLO COMPROMISO ESPIRITUAL para ayudarnos mutuamente.

Yo confío plenamente en la ayuda y socorro divino que hemos tenido para vencer sobre las circunstancias en todo lo que hasta ahora nos hemos propuesto.



Helen Vettor.
   

2 comentarios:

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