viernes, 29 de noviembre de 2013

Quinto día de mi creación.




Hora de empezar a producir, a ser proactivos. Siguiendo el mandato divino de producir bajo el conocimiento que estamos adquiriendo o que hemos tenido desde siempre sin práctica y se ha quedado en teoría.

Como es lo natural es lo espiritual, sembrando para cosechar según la especie que siembre, si siembro en negativo, así cosecharé y viceversa; por ejmplo, no critico para no ser juzgado o criticado de la misma manera que lo hago, no odio para no ser rechazado, soy amable para ser querido, aceptado.

En nuestros dias de creación anteriores hemos visto que la tierra recibió el mandato para que produjese hierba verde y la tierra ha obedecido hasta hoy, cielos y mares igualmente con su potencial creativo han dado vida a todo lo que hoy damos por sentado que existe porque existe. Nos hemos preguntado que pasaría si nos fallase el oxígeno?, la gravedad?. Que ha pasado con la raza inteligente? Por tener libre albedrío  (poder de decisión) le hemos fallado a nuestro Creador y no cumplimos con su mandato.

Cuando creó las grandes lumbreras para que nos sirviesen de señales nos marcó una alegoría eterna, tratemos de analizarla: El Sol, lumbrera mayor, luz fuerte, transparente para permitirnos ver drásticamente nuestras fallas y para separar luz de tinieblas, conocimiento de ignorancia. La Luna, lumbrera menor, luz tenue pero igualmente nos permite ver a través de las sombras nuestros errores. Cuánto valor poseemos para determinarnos a vivir bajo alguna de estas luces?

Igualmente le dio el mandato a las aguas de producir seres vivientes y hasta hoy sabemos que los mares están poblados de seres vivientes. Todo lo hecho por Dios ha seguido su mandato divino, unámonos a la obediencia de la creación para lograr nuestro cometido.

Ser espiritual es ver y vivir más allá de lo físico, vivir un nuevo concepto de Un Dios Activo, Eficiente, Circulante, todo en su naturaleza circula y cuando no circula se daña, se pudre. Cambiemos a una eficiencia espiritual efectiva sembrando lo que quiero recibir a cambio.

Helen Vettor.


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