Lo que pensamos toma
forma y crece, al igual que lo que sembramos, crece y lo cosechamos de acuerdo a su especie. Si sembramos flores no cosecharemos verduras.
Esta es la
fundamental y más grande ley de la mente. En lo que ocupemos nuestra mente se
magnifica en nuestra vida. La ley trabaja y la condición crece.
Si le
prohibimos a nuestra mente lo negativo, auguramos su muerte por carecer de
creatividad y reinaría lo positivo. Mientras más pensamos en nuestro
sufrimiento más le hacemos crecer y si pensamos en felicidad, esa será nuestra verdadera vida.
Helen Vettor.
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