martes, 26 de noviembre de 2013

Segundo dia de mi creación individual.

Que interpretación tengo de mi?
Cómo repotenciar el modelo de persona que soy?
Tiene sentido mi vida? Se lo que quiero?
Debo aceptar el sufrimiento como parte constitutiva de mi vida o debo encararlo con la efectividad de regenerarme? Hoy se me presenta un desafío de transformación a modo personal y también como consecuencia, transformar mi circulo de influencia. Seguiré defendiéndome o eludiendo mi cambio tan buscado?
Mi capacidad de conferirle sentido a mi vida descansa en mi propia interpretación; asi como el concepto de Dios determina mi vida, lo que compromete mi capacidad de vivir como quiero está implícita en la forma que ordeno mis mecanismos, mis procesos de comportamiento, si son defensivos, siempre culparé a la suerte, a algún dios conocido, si son elusivos puedo vivir con la disculpa de entregarme a alguna adicción o comportamiento que me entretenga.
Por lo tanto; si hasta ahora, con todo lo que he aprendido y aplicado no he obtenido resultado, y para poder repotenciar ese modelo de persona que quiero y busco ser, veré desde la duda la interpretación que tengo de mí, no hay nada más transformador y que surta un efecto inmediato, comenzar a vernos con otra óptica nos hace reflexionar sobre la manera como actuamos, como pensamos.
Si lo que genera mi identidad y todas mis posibilidades depende de lo que pienso de mi y por allí comienza toda mi creación, entonces, desde la duda, seguiré con mi segundo día de mi propia creación generando realidades distintas en base al conocimiento que tengo.
Debo estar muy consciente de cómo pienso y ordenar, ese es el fundamento, el principio, de allí se deriva como hablo, como actúo, mis costumbres, mi destino, de allí se generan mis realidades y si de estas realidades planteadas como nuevas, está el regenerarme, el elemento para trascender hacia un nuevo concepto de fe que legitime mi duda, sería entonces una espiritualidad que identifique a un nuevo ser con efectividad.
El planteamiento de Jesús a Nicodemo fue "nacer de nuevo", la ciencia nos tiende una mano bajo los parámetros de la resiliencia, todo nos señala hacia la responsabilidad individual para el cambio. Resucitar, dejar lo que me disgusta y esforzarme en crear lo que me satisface.
 
Aceptar con un fin en mente, con el firme propósito de ordenar. Analizar que tipo de organización tenemos en nuestro cosmos individual, si estamos definidos y si nuestra efectividad nos complace. En nuestro proceso de cambio a conciencia, no debemos permitir desorden.

Debemos ser proactivos, Dios lo es, todo en El circula, nada se estanca, nuestro torrente sanguíneo, mares, ríos, etc.
. . . . . .  y llamó Dios a la expansión cielos al separar aguas de las aguas . . . . . .

Helen Vettor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me encantaría recibir tus impresiones