"Nuestro ADN puede ser influenciado y reprogramado por
palabras y frecuencias. (emociones, sentimientos).
Nuestro ADN reacciona al lenguaje
El otro 90% es considerado “ADN basura“. Los investigadores
rusos, sin embargo, convencidos de que la naturaleza no es tonta, unieron a
lingüistas y genetistas en una aventura para explorar ese 90% de “ADN basura”.
Sus resultados, hallazgos y conclusiones, son simplemente revolucionarios.
Según ellos, nuestro ADN no sólo es responsable de la construcción de nuestro
cuerpo, sino que también sirve como almacenamiento de datos y en la
comunicación. Los lingüistas rusos descubrieron que el código genético,
especialmente en el aparentemente inútil 90%, sigue las mismas reglas que todos
nuestros lenguajes humanos. Para este fin ellos compararon las reglas de
sintaxis (la forma en que las palabras se juntan para formar frases y
oraciones), la semántica (el estudio del significado en formas de lenguaje) y
las reglas básicas de la gramática. Hallaron que los alcalinos de nuestro ADN
siguen una gramática regular y han establecido reglas como nuestras lenguas.
Así que los idiomas humanos no aparecieron coincidentemente, sino son un
reflejo de nuestro ADN inherente.
Dado que los pares de la estructura básica del ADN-alcalino y del
lenguaje (como se explicó anteriormente) son de la misma estructura, ninguna
decodificación de ADN es necesaria. ¡Uno puede simplemente usar palabras y
oraciones del lenguaje humano! ¡Esto también fue probado experimentalmente!
La sustancia viviente del ADN (en tejido vivo, no in vitro) siempre reaccionará
a los rayos láser de lenguaje modulado e incluso a las ondas de radio, si las
frecuencias apropiadas están siendo utilizadas.
Nuestro ADN reacciona al lenguaje."
Toda la información que la ciencia nos provee día por día, nos demuestra que somos responsables de quienes somos, si nos tomásemos el tiempo para analizar, podríamos aceptar y
decidir empezar el camino al cambio, debemos hacerlo con un fin en mente,
predeterminados al triunfo, al logro total, así como el primer mandato divino
dio inicio al proceso de transformar el caos:
Sea la luz, el conocimiento,
adquiriendo herramientas para dejar atrás la ignorancia, separando luz de
tinieblas y dejando ver con claridad el cosmos particular que somos y de donde venimos.
Cuál es la gran importancia
del conocimiento?
Conociendo la verdad nos
hacemos libres porque bajo el estimulo del espíritu obtenemos respuesta de todo
lo que está oculto en tinieblas.
Ese
conocimiento, esa luz focalizada y específica que sana nuestros recuerdos bajo
la luz del perdón trabajándolo no solo como técnica sicológica, sino de una
manera más profunda, espiritual, enfatizando nuestra definición en el nuevo ser
borraría todo evento traumático que ha dejado huella en nuestra vida con efecto
impresionador y ha causado amargura, susceptibilidad, una vez identificado debe
salir de nuestro ser interno.
Recordemos
que nuestras emociones no son tangibles, son invisibles – espirituales, por lo
tanto, el proceso de sanación, regeneración, comienza cuando revelamos o confesamos
nuestros secretos escondidos en lo más profundo de nuestro ser sin taparnos con
la hoja de parra a nuestro Creador. La confesión es algo muy personal y nos
señala que debemos hacerlo en la intimidad de nuestra habitación.
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